sábado, 6 de noviembre de 2010

El chico de mi fiesta.

Estabamos en mi casa, era 31 de octubre de 2009. Celebraba una fiesta con todos mis amigos. Ibamos disfrazados de cosas terroríficas: arañas, fantasmas, zombies, brujas...

Entonces entró él, algiuen al que no conocía, pero paso desapersivido, al ir disfrazado nadie se dio cuenta de su precencia. Llevaba puesto un pantalón con cadenas, una camisa salpicada con sangre, real, unas botas atadas a un cuchillo, una capa que le tapaba toda la parte trasera del cuerpo y una máscara que retrataba a un hombre espantoso, por supuesto toda la ropa era de color negro. Solo dejaba al aire las manos, las orejas, los ojos, la boca y el pelo.

Yo, Alice, bailaba con Amy, mi mejor amiga, en medio del salón decorado con telarañas (alguna que otra real) y con calabazas. Amy paró a beber algo mientras yo seguí bailando.

Amy cogió un vaso, lo llenó de fanta y se dio la vuelta, entonces vio al chico aquel y decidió hablar con él:
- ¡Hola! - gritando por el volumen de la música - ¿Te conozco?
- No que yo sepa ... - dijo con voz grave.
- ¡Ah! Pues en ese caso soy Amy ¿Y tú? - un poco intrigada.
- Soy... Peter, encantado - dijo con la voz temblorosa - ¿Te parece si seguimos hablando fuera?
- Claro vamos fuera - contestó Amy animada - Peter, ¿Te ocurre algo? Te noto un poco nervioso y asustado...
- No, no me ocurre nada... - se quedó callado, como si ocultara algo.
- Esta bien - optó por creerle - Oye, ¿De qué vas disfrazado?
- De... asesino - dijo con una pequeña risa maligna de fondo.
- Pero cómo no se me ocurrió a mi disfrazarme de asesina... No es justo, yo tengo qe llevar este ridiculo disfraz de
calabaza - lloriquea.
- No es un difraz - contestó Peter mucho más serio de lo qe ya estaba.
- Ya... ya ... Lo qe tu digas - se ríe.
- No es broma ya te lo dije...

Por supuesto, Amy, no le creyó. Pues estabamos en halloween y... quién se cree algo así.
Amy se dio la vuelta para apoyar su vaso en el muro que tenía detrás y cuando se giró por segunda vez vio a Peter, si ese era su nombre, apuntandole con el cuchillo que llevaba atado a la bota y qe resultó ser real. Amy gritaba y gritaba pero nadie le oía, la úsica estaba muy alta. El chico le tapó la boca y la puso sobre sus hombros, como un saco de papas. Se la llevó, quién sabe a dónde.

Nadie se dio cuenta de la ausencia de Amy hasta que llegaron sus padres... Pensamos que se había ido pero vimos su bolso y su chaqueta, <> pensé.
La buscamos por toda mi casa, pero no la encontramos, luego fuimos a comisaría para qe nos ayudaran a buscarla. Lo hicieron. Pero hoy 31 de octubre de 2010 aún no la han encontrado. Pero una cosa tengo clara, ester año no voy a hacer ninguna fiesta.

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