sábado, 14 de noviembre de 2009

El caso de la sombra (Historia)

Lean con atención mi historia:


Al pensar en lo ocurrido se me helaba la sangre, fue todo tan rápido...
Todo ocurrió aquella tarde de noviembre, en el colegio, de la que todavía me acuerdo con perfección. A la hora de comer para ser exactos.
Bueno a lo que íbamos, estaba corriendo bajo la lluvia cuando de repente me fijé en una sombra negra que rondaba alrededor de los baños.
Me quedé paralizada.No sabia que hacer, si decírselo a todos o callarme...
Total que decidí contárselo al profesor de más confianza, Manuel me dijo que lo que me había ocurrido era por falta de sueño, pero no le creí.
Salí de la clase mirando fijamente hacia los baños, y la sombra seguía allí. Así que,
sin pensármelo dos veces volví a entrar en la clase pero Manuel no estaba, me dí la vuelta pero no había nadie.
Todo me extraño mucho, busqué en todos y cada uno de los lugares del colegio en busca de alguien, pero me dí cuenta de que estaba completamente sola, ni Juan, ni María, ni Pablo ,ni mis amigos.
Tenía tanto miedo que me encerré en los baños de la montaña, pensaba que allí iba a estar segura, pero me equivocaba.
Oí una profunda respiración a mis espaldas, me giré y ví que la sombra estaba detrás mío.
Golpee la puerta para poder salir, pero no se abría. Justo cuando la sombra me iba a cubrir la puerta se abrió. Salí corriendo, pero resbale por un charco y caí escaleras abajo. Me torcí el tobillo y me golpee en la cabeza, observé como la sangre bajaba por mi cara.
No me podía levantar, las sombra se dirigió hacia mí y absorbió toda la sangre que había en mi cara.
Hice un último esfuerzo, me levante y corrí como pude. Mientras, pensaba en un lugar seguro, pensé en la biblioteca, el comedor, algunas clases... pero no encontré ningún sitio. Una idea me vino a la cabeza, podía ir a la nueva azotea del aula de música, y sin más corrí hacia allí. Al llegar vi la inmensas escaleras que habían ante mis ojos, las subí lentamente, ya que el dolor que corría por mi tobillo cada vez era mayor.
Desde la azotea observé como la sombra iba tras el olor de mi sangre, me giré y oí de nuevo aquella extraña respiración, supe de inmediato que me había encontrado, así que, camine lentamente y volví a bajar las escaleras.
No sabía a donde ir esta vez, así que, me dirigí a lo primero que me pasó por la cabeza, el salón de actos. Una vez allí, fui a la tercera sala donde estaban las colchonetas. Me acosté en una de ellas y reposé el tobillo, oí un susurro , que se parecía a la voz de Manuel, así que me giré, para observar quien estaba allí, vi como la sombra estaba apunto de cubrirme, entonces me giré hacia atrás y me quedé acorralada. Y ahora estoy aquí, en este cementerio enorme y sin fondo esperando a que alguien me traiga unas bonitas flores.

FIN



Espero que les haya gustado.


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